La pintura del Impresionismo. 1860 – 1920. Un estudio sobre una época fascinante de la historia moderna del arte. Un arte que en los que se plasmaban los motivos con una paleta de colores claros y brillantes, llenos de atmósfera, mediante pinceladas ligeras. Un arte que reivindicaba la pintura en plena naturaleza y en la calle, huyendo del polvoriento taller academicista, así como de los elevados temas que la pintura oficial imponía.
Un arte que ha llegado a ser muy querido por el público, como lo demuestra las concurridas exposiciones. Pero a pesar de su popularidad no se había hecho un estudio, hasta este momento tan completo como el presente. Una monografía que abarca desde el Impresionismo en Francia, y otras corrientes hermanas, que se dieron en otras ciudades europeas y en Norteamérica.
La primera parte se ocupa de la historia de la pintura impresionista francesa, incluyendo el postimpresionismo y el neoimpresionismo, en la que se presenta junto a pintores Monet, Renoir, Degas, etc., a otros artistas menos conocidos, como Caillebotte, Lepine, Bazille, Cross.
La segunda parte de la Pintura del Impresionismo nos habla de la pintura surgida en otros países europeos, como Holanda y Bélgica, Alemania, Escandinavia, Europa del Este y Suroriental, Italia, España, Gran Bretaña y en Estados Unidos y Canadá. Pintura que aunque en algún caso no podemos denominar impresionista, recibió gran influencia de esta, fruto de los numerosos artistas que residieron en París.
Entre los artistas nombrados encontramos muchos, que fuera de su lugar de origen son poco conocidos.
La obra incluye también un apéndice con un glosario del impresionismo, biografías breves de los 236 artistas de los que se ha reproducido su obra, sus retratos y detallada bibliografía. Incluye también artículos especializados sobre importantes términos y lugares, un índice de las obras reproducidas y un detallado registro de personas.
