En la introducción de Niños inestables, podemos leer que la historia de la inestabilidad infantil se remonte a la historia más antigua del hombre, si hablamos por inestabilidad infantil a la dificultad para fijar el pensamiento y la coordinación de los movimientos con un finalidad precisa. El niño por debajo de los tres años es psicomotrizmente disarmónico instintivo, de los tres a los siete, en su esfuerzo por integrarse con los demás seres y objetos sufre trastornos, sin que ello signifique obligatoriamente que tratamos con niños turbulentos. De siete a quince años, en la elaboración de su superyo y la construcción de su ética de posesión, se comporta como un chiquillo torpe, cuyo pensamiento se dispersa y el gesto no se adapta al móvil. La edad de la adolescencia es la de los caprichos imprevisibles, antojos contradictorios y crisis paradójicas. Queda claro que todo humano nace inestable, y lo es durante un número de años.
Pero si se trata de la noción patológica de inestabilidad infantil, los estudios a este respecto son mucho más restringidos. Este libro tratará este tema. Nos habla de las inestabilidades correlativas, somatomotrices, las inestabilidades psíquicas del carácter: el hiperemotivo inestables, el débil afectivo inestable, desequilibrios instintivos e inestables, el esquizoide inestable, el perverso inestable, el paranoico inestable, el distímico constitucional inestable, el epileptoide inestable, el histeroide inestable. Las inestabilidades psicomotrices libres. Definición de la inestabilidad patológica del niño. La inestabilidad infantil como problema individual. Métodos de observación e investigación. La inestabilidad infantil como problema social. Reeducación y profilaxis.
