Garay en mi recuerdo de Elías Ros Garrigós. Martín Pérez Burruezo, en el prólogo a la obra nos dice: Uno de los períodos más lúcidos de la cultura murciana es sin lugar a dudas la década de los años veinte. Unas circunstancias favorables dieron un florecimiento casi inexplicable en el campo de la creatividad. Aquella delectación murciana inspiró Cántico, Verso y Prosa, acogió bajo la batuta de Guerrero a todos los que llegarían a ser grandes de la poesía española y El suplemento literario se escribía en las páginas de La Verdad. García Lorca, Bergamín, Cernuda, Aleixandre. En la ciudad se inician Carmen Conde, Antonio Oliver, el verso se hace soneto en Sobejano, Ballester levantino sensual ensaya con la prosa lenguajes luminosos. La obra de Elías Ros nos transporta a aquella época de la vida del pintor. La alabanza al maestro, los pequeños detalles de una biografía completada ahora por la relación directa del entusiasta discípulo nos dará un mayor conocimiento para la compresión de todo que queda de la existencia del pintor, su obra.
